Seguridad Vial en América Latina: el desafío de la región para alcanzar las metas globales
Justificación
Cada año, el mundo sufre 1,3 millones de muertes prevenibles y aproximadamente 50 millones de lesiones por siniestros de tráfico. Sin una acción seria, los siniestros de tránsito causarán entre 13 y 17 millones más de muertes y 500 millones más de lesiones en la década actual.
Los Estados miembros de la ONU han adoptado la resolución 74/299 para la “Mejora de la seguridad vial mundial” y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible (objetivo 3.6) y, por lo tanto, tienen el mandato de reducir las muertes y lesiones en las carreteras en un 50 % para 2030. Sabemos lo que funciona para lograr este objetivo: las acciones necesarias se establecen en el Plan Global para la Década de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030.
Contexto regional
La tasa de mortalidad por siniestros viales en las Américas es cercana a las 16 personas por cada 100.000 habitantes, que es inferior a la de África y Asia, pero superior a la de Europa. Los siniestros de tránsito son la principal causa de muerte de niños de 5 a 14 años en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay, y la segunda causa de muerte de niños de 5 a 14 años en Colombia. Para personas de 15 a 49 años, son la principal causa de muerte en Argentina, Costa Rica, Ecuador y Paraguay, la segunda causa de muerte en Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay, y la tercera causa de muerte en Cuba.
Los traumatismos por siniestros de tránsito en la región de América Latina varían de un país a otro. La Subregión Andina (23,4) y el Cono Sur (21,0) muestran tasas de mortalidad considerablemente superiores al promedio regional. Según el informe “Informe anual de seguridad vial 2020- OECD/ITF 2020”, entre 2010 y 2018, México, Chile y Uruguay han logrado mejores resultados en seguridad vial que Colombia, Costa Rica y Argentina. La tasa de motorización en los países de la región seguirá aumentando en esta década, en particular, el aumento exponencial del número de vehículos motorizados de dos ruedas, debido al aumento de la demanda de transporte individual producto de la pandemia del COVID-19, entre otros factores. Los usuarios de vehículos motorizados de dos ruedas representan en promedio el 45% de las muertes en carretera en la región.
Los países de la región no sólo no lograron los objetivos de la primera Década de Acción para la Seguridad Vial 2011-2021, sino que muchos de ellos están lejos de estabilizar y contener esta crisis. La comunidad internacional de seguridad vial ha realizado múltiples recomendaciones, basadas en la evidencia, y ha identificado las medidas que han demostrado ser efectivas.
Llamado a la acción
Tras una década de fracaso colectivo, instamos a los gobiernos y poderes públicos de los países de América Latina a hacer de la política de seguridad vial una prioridad nacional, adoptando el enfoque de Sistema Seguro. Los exhortamos a obligar y garantizar el bien jurídico tutelado de una movilidad segura, sostenible e incluyente, que trascienda los plazos gubernamentales e incorpore metas e indicadores de resultados, y a implementar acciones basadas en evidencia, con especial énfasis en la gestión de la velocidad, la seguridad de los vehículos motorizados de dos ruedas, y proveer una atención integral a las víctimas viales y sus familias.
Hacemos un llamado a todos los gobiernos de América Latina a:
Nuestro rol y compromiso
Nosotros, como sociedad civil, tenemos un rol definido en el Plan Global. Nos comprometemos a desempeñar nuestro papel en la promoción y habilitación de los derechos de las personas a una movilidad segura y lograr una reducción del 50 % en las muertes y lesiones en las carreteras para 2030.
Alentaremos a nuestros gobiernos, pueblos y todas las partes interesadas a adherirse a las políticas públicas de sus países.
Generaremos mecanismos de alerta por incumplimiento de los objetivos que se han establecido.